Si hay un tipo de hospital que haya recibido mala prensa a través de los libros y el cine, este es sin duda el hospital psiquiátrico. Estos centros atienden problemas de salud mental muy diversos, que van desde la depresión hasta la esquizofrenia pasando por una amplia gama de patologías.
¿Qué hay de cierto en la fama de estos centros?
Típicamente considerados como lugares oscuros y peligrosos en los que prácticamente se maltrataba a los pacientes, la realidad a día de hoy dista mucho de este estereotipo. En la gran mayoría de casos, al menos en nuestro entorno, se trata de centros especializados en los que se ofrece una atención integral y respetuosa a aquellas personas que precisen de un ingreso, ya sea por la gravedad de su trastorno psiquiátrico, por la ausencia de apoyo externo, o por el riesgo que conlleva la enfermedad sobre sí mismos o terceros.
Los profesionales de este tipo de hospitales suelen estar específicamente formados en estas patologías, y suelen incluir a psiquiatras, psicólogos, enfermeros especialistas en salud mental, auxiliares con formación específica, etcétera. Las enfermedades mentales, como cualquier otro tipo de dolencia, precisan un tratamiento específico y consensuado con el paciente. En muchos casos, un hospital psiquiátrico es el sitio más indicado para ello.
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