La pandemia por coronavirus ha impactado en nuestra vida cotidiana a todos los niveles. La atención sanitaria se ha visto particularmente afectada, habiéndose enfrentado a unos niveles de carga asistencial sin precedentes. Las imágenes de hospitales y servicios de salud saturados y con largas colas, a veces formadas por pacientes en estado crítico, han dado la vuelta al mundo y se han convertido en algo habitual.
La situación actual de los hospitales
Las consecuencias de todo esto han llegado hasta la nueva normalidad. Cualquiera que haya vivido la necesidad de visitar un hospital en los últimos meses habrá podido comprobar de primera mano todos los cambios. En prácticamente todos los centros se han restringido las visitas y el número de acompañantes de los enfermos, que en muchos casos se han limitado a circunstancias excepcionales. Los protocolos de limpieza e higiene se han vuelto mucho más estrictos, y en muchos casos incluso han conllevado la implantación de medidas excepcionales, como el uso continuado de mascarillas, guantes y equipos de protección personal.
También los profesionales han sufrido las consecuencias de la pandemia. En muchos casos, los médicos, enfermeros y otros sanitarios han tenido que afrontar largas jornadas laborales, no siempre remuneradas, y la carga asistencial se ha incrementado hasta niveles nunca vistos. En muchas ocasiones los profesionales han tenido que realizar su labor clínica sin las medidas de protección adecuadas.
Sólo el futuro dirá cuál es el papel de los hospitales y los servicios de salud en esta nueva normalidad, pero sin duda implicará un uso más racional de los servicios médicos por parte de los usuarios.
Dejar una respuesta